Realmente hay un antes y un después de haber hecho el curso con Tartaruga. Hice el curso para comprender mejor a mi perra y también para atender mejor a los perros como voluntaria de CAAC. De ser una perra muy estresada, insegura y muy desconfiada con personas llegando a marcarles, ahora sabe gestionar por sí misma el acercamiento a personas sin llegar a momentos de tensión. Ahora disfrutamos los paseos juntas.
Carmen Llusá, propietaria
Antes de hacer el curso con Tartaruga conocía muy poco sobre la comunicación canina y sobre cuáles son las necesidades de los perros para llevar una vida tranquila y en calma. El curso me ha ayudado a adquirir grandes aprendizajes sobre los perros, sus etapas de desarrollo, su lenguaje,... y a aprender cómo actuar para ser una mejor compañera para ellos e ir perdiendo cada vez más los miedos y ceder el control al perro. También me ha ayudado a ir mejorando el manejo de correa y el vínculo con los perros.
Danae Mañé, educadora canina
Volver a casa, poner en práctica lo aprendido en el seminario y que el primer encuentro de mi perra Murphy con otros perretes haya sido sin incidentes me da muchos ánimos para todos los paseos que nos quedan. Muchas gracias de nuevo a los que habéis hecho posible este curso.
Pablo, alumno Seminario
Gracias a Tartaruga empecé a entender mejor a mi perro. Los problemas que yo creía que tenía, no eran problemas, eran comportamientos por su edad. Una vez aprendí las distintas etapas de desarrollo, los entendí. Y otra cosa es la forma diferente que tienen de ver la educación canina a través de la observación, la empatía, la sinceridad y el respeto.
Jose María Cordero, educador canino
La idea de empezar este curso de educación canina vino dada por no sentirme cómoda con la educación canina que conocía hasta el momento. Estaba involucrada en el mundo canino pero evitaba el ámbito de la educación basada en el conductismo. Desde el primer día, me di cuenta de que la información que proporcionaban los chicos tenia mucho sentido, y al ponerla en práctica, también tomaba forma. Mi relación con Teo se volvía cada vez más fluida. Adquirí muchas herramientas prácticas para utilizar en las clases y sobretodo... Aprendí a ser paciente y aprendí a observar. Aprendí a dejar de hacer para dejar ser. Aprendí a comprender, aprendí a confiar... En definitiva, aprendí que las relaciones de corresponsabilidad son una fuente inagotable de aprendizaje.
Montserrat Godia, educadora canina
Más que nada el curso de Educación Canina de Tartaruga me ha ayudado en el entendimiento de los comportamientos naturales del perro. Antes había cosas que veía en perros y pensaba que eso no debían hacerlo, y en realidad es lo que tienen que hacer.
Harkaitz Aizpurua, educador canino
El curso me ha ayudado a comprender mejor a mis perros, entender su psique y sus necesidades, mejorar la calidad de nuestra comunicación y, desde ahí, mejorar nuestro vínculo, su calidad de vida y la mía. Y ahora, con todo lo aprendido, empezar a ayudar a otros humanos y sus perros en su camino de transformación.
Besma Ruiz, educadora canina
Antes, sólo con el conductismo, me encontraba encorsetado, con soluciones no del todo satisfactorias. Ahora he aprendido a confiar en los perros. Se ha abierto un nuevo camino ante mí, con soluciones más flexibles. He dado un paso más en la educación canina.
Eduard Ortega, propietario
Gracias a Tartaruga empecé a entender mejor a mi perro. Los problemas que yo creía que tenía, no eran problemas, eran comportamientos por su edad. Una vez aprendí las distintas etapas de desarrollo, los entendí. Y otra cosa es la forma diferente que tienen de ver la educación canina a través de la observación, la empatía, la sinceridad y el respeto.
Jose María Cordero, educador canino
Más que nada el curso de Educación Canina de Tartaruga me ha ayudado en el entendimiento de los comportamientos naturales del perro. Antes había cosas que veía en perros y pensaba que eso no debían hacerlo, y en realidad es lo que tienen que hacer.
Harkaitz Aizpurua, educador canino
Realmente hay un antes y un después de haber hecho el curso con Tartaruga. Hice el curso para comprender mejor a mi perra y también para atender mejor a los perros como voluntaria de CAAC. De ser una perra muy estresada, insegura y muy desconfiada con personas llegando a marcarles, ahora sabe gestionar por sí misma el acercamiento a personas sin llegar a momentos de tensión. Ahora disfrutamos los paseos juntas.
Carmen Llusá, propietaria
El curso me ha ayudado a comprender mejor a mis perros, entender su psique y sus necesidades, mejorar la calidad de nuestra comunicación y, desde ahí, mejorar nuestro vínculo, su calidad de vida y la mía. Y ahora, con todo lo aprendido, empezar a ayudar a otros humanos y sus perros en su camino de transformación.
Besma Ruiz, educadora canina
Antes de empezar el curso no sabía nada de perros. Ha sido un total descubrimiento tanto a nivel laboral como personal, sobretodo personal. Me ha ayudado a acompañar a mi perro en sus etapas de desarrollo de la mejor manera posible, he entendido que las emociones no se pueden enseñar más que acompañar y esto lo podemos aplicar tanto a perros como personas.
Lara Fenoll, educadora canina
Me ha cambiado totalmente la forma de entender cómo los perros se relacionan con el entorno, entre sí y con nosotros. Y de este modo, la forma en que podemos relacionarnos con ellos. El nivel de empatía que tengo ahora hacia ellos no lo había tenido nunca. También me ha ayudado a ver el mundo en general de un modo “más perruno”.
Antonio Álvarez De Villena, educador canino
La idea de empezar este curso de educación canina vino dada por no sentirme cómoda con la educación canina que conocía hasta el momento. Estaba involucrada en el mundo canino pero evitaba el ámbito de la educación basada en el conductismo. Desde el primer día, me di cuenta de que la información que proporcionaban los chicos tenia mucho sentido, y al ponerla en práctica, también tomaba forma. Mi relación con Teo se volvía cada vez más fluida. Adquirí muchas herramientas prácticas para utilizar en las clases y sobretodo... Aprendí a ser paciente y aprendí a observar. Aprendí a dejar de hacer para dejar ser. Aprendí a comprender, aprendí a confiar... En definitiva, aprendí que las relaciones de corresponsabilidad son una fuente inagotable de aprendizaje.
Montserrat Godia, educadora canina
Volver a casa, poner en práctica lo aprendido en el seminario y que el primer encuentro de mi perra Murphy con otros perretes haya sido sin incidentes me da muchos ánimos para todos los paseos que nos quedan. Muchas gracias de nuevo a los que habéis hecho posible este curso.
Pablo, alumno Seminario
Después de haber hecho el curso me encuentro con más conocimientos para entender a los perros y me siento mucho más segura a la hora de plantear mi trabajo con los perros de mis clientes.
Ana Belén Buerba, educadora canina
Hemos llegado a tener una idea real y ordenada de cómo se relacionan los perros entre ellos y con nosotros. Nos ha permitido romper con aquellas antiguas creencias sobre la educación canina y nos ha permitido integrar en nuestra forma de trabajar su filosofía, confiando más en la propia naturaleza del animal sin anteponer nuestras necesidades a las suyas, en definitiva dejando que sean perros.
Ana Gómez e Ingrid Vallverdú, educadoras caninas
Conocer a Nico me marcó un antes y un después. Hacer el curso con él fue asentar y darle forma a ideas, conclusiones y reflexiones que yo estaba teniendo desde hacía unos años y descubrir a alguien con el que compartía la inmensa mayoría de los principios, valores y conceptos. Nico y Albert me ayudaron mucho a ganar conocimientos y a asentar y darle forma real a conclusiones a las que yo estaba llegando en aquella época. Ahora me encuentro con más conocimientos, herramientas y habilidades para desarrollar un buen trabajo educativo con la familia y el perro.
Tony Martínez, educador canino
Después de haber hecho el curso me encuentro con más conocimientos para entender a los perros y me siento mucho más segura a la hora de plantear mi trabajo con los perros de mis clientes.
Ana Belén Buerba, educadora canina
Conocer a Nico me marcó un antes y un después. Hacer el curso con él fue asentar y darle forma a ideas, conclusiones y reflexiones que yo estaba teniendo desde hacía unos años y descubrir a alguien con el que compartía la inmensa mayoría de los principios, valores y conceptos. Nico y Albert me ayudaron mucho a ganar conocimientos y a asentar y darle forma real a conclusiones a las que yo estaba llegando en aquella época. Ahora me encuentro con más conocimientos, herramientas y habilidades para desarrollar un buen trabajo educativo con la familia y el perro.
Tony Martínez, educador canino
Antes, sólo con el conductismo, me encontraba encorsetado, con soluciones no del todo satisfactorias. Ahora he aprendido a confiar en los perros. Se ha abierto un nuevo camino ante mí, con soluciones más flexibles. He dado un paso más en la educación canina.
Eduard Ortega, propietario
Mi experiencia del seminario El Paseo con Albert ha sido genial. Fue muy intenso, divertido y enriquecedor. Albert transmite con gran entusiasmo su conocimiento y experiencias, consiguiendo que los alumnos saquemos el máximo partido en tan poco tiempo y que nos quedemos con ganas de más. En definitiva, muy contento y dispuesto a seguir aprendiendo de los mejores.
Luis Mallén, alumno Seminario
Mi experiencia del seminario El Paseo con Albert ha sido genial. Fue muy intenso, divertido y enriquecedor. Albert transmite con gran entusiasmo su conocimiento y experiencias, consiguiendo que los alumnos saquemos el máximo partido en tan poco tiempo y que nos quedemos con ganas de más. En definitiva, muy contento y dispuesto a seguir aprendiendo de los mejores.
Luis Mallén, alumno Seminario
Hemos llegado a tener una idea real y ordenada de cómo se relacionan los perros entre ellos y con nosotros. Nos ha permitido romper con aquellas antiguas creencias sobre la educación canina y nos ha permitido integrar en nuestra forma de trabajar su filosofía, confiando más en la propia naturaleza del animal sin anteponer nuestras necesidades a las suyas, en definitiva dejando que sean perros.
Ana Gómez e Ingrid Vallverdú, educadoras caninas
Me ha cambiado totalmente la forma de entender cómo los perros se relacionan con el entorno, entre sí y con nosotros. Y de este modo, la forma en que podemos relacionarnos con ellos. El nivel de empatía que tengo ahora hacia ellos no lo había tenido nunca. También me ha ayudado a ver el mundo en general de un modo “más perruno”.
Antonio Álvarez De Villena, educador canino
Conocer a Nico fue el impulso que me llevó a querer dedicarme a esto. Desde el principio sentí que estaba en el lugar adecuado.
David Ballabriga, educador canino
Antes de hacer el curso con Tartaruga conocía muy poco sobre la comunicación canina y sobre cuáles son las necesidades de los perros para llevar una vida tranquila y en calma. El curso me ha ayudado a adquirir grandes aprendizajes sobre los perros, sus etapas de desarrollo, su lenguaje,... y a aprender cómo actuar para ser una mejor compañera para ellos e ir perdiendo cada vez más los miedos y ceder el control al perro. También me ha ayudado a ir mejorando el manejo de correa y el vínculo con los perros.
Danae Mañé, educadora canina
Antes de empezar el curso no sabía nada de perros. Ha sido un total descubrimiento tanto a nivel laboral como personal, sobretodo personal. Me ha ayudado a acompañar a mi perro en sus etapas de desarrollo de la mejor manera posible, he entendido que las emociones no se pueden enseñar más que acompañar y esto lo podemos aplicar tanto a perros como personas.
Lara Fenoll, educadora canina
Conocer a Nico fue el impulso que me llevó a querer dedicarme a esto. Desde el principio sentí que estaba en el lugar adecuado.
David Ballabriga, educador canino